Desde 2011 la actividad del narcotráfico en Chile ha ido en aumento debido a que los cárteles de la droga quieren volver a recuperar el mercado asiático. La denominada Ruta del Pacífico tiene como punto de partida el Triángulo de Oro colombiano (comprendido entre Medellín, Bogotá y Cali), siendo la costa occidental de México su principal destino, ya que, a través de los pasos fronterizos de Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez la droga accede a suelo estadounidense, en donde está la mayor parte de los consumidores.
Durante estos últimos años, se ha detectado un aumento muy considerable de las actividades de los narcotraficantes siguiendo las rutas costeras de Ecuador y Perú hasta llegar a Chile. También existen varias rutas del narcotráfico que atraviesan Bolivia que, debido a la irregularidad del terreno y a su extensión, los narcotraficantes son capaces de sortear a las patrullas fronterizas e introducir la droga en suelo chileno.
Chile ha sido elegido por los cárteles de la droga para dar el gran salto al mercado de estupefacientes en Asia. Desde el país sudamericano la droga es enviada a Australia, en donde ha aumentado el comercio de la droga. Una vez que los cargamentos de droga llegan a Australia, la droga procedente de América se difunde al sudeste asiático.
Desde el siglo XVIII el sudeste asiático ha sido uno de los grandes teatros del mundo por donde circula la droga, de hecho, el opio fue el causante de que se produjeran las dos guerras del opio entre los imperios europeos y el Imperio Chino a lo largo del siglo XIX, conflictos que fueron la base de más guerras que han generado las rivalidades existentes en la actualidad entre la Unión Europea, Estados Unidos y China. Los cárteles americanos y las mafias estadounidenses se introdujeron en el mercado de la droga del sudeste asiático en las décadas anteriores a la Segunda Guerra Mundial, pero apenas tuvieron control en él.
Tras la derrota del Imperio de Japón en la II Guerra Mundial, y aprovechando las tensiones entre el bloque occidental y el comunista durante la Guerra Fría, tanto los cárteles como las mafias americanas entraron en el mercado del sudeste asiático a través de los movimientos de fuerzas estadounidenses, e incluso a través de operaciones de la CIA. Vietnam, Laos y Camboya conformaron el eje del negocio de la droga en el sudeste asiático hasta 1975. Una vez que el bloque comunista logró hacerse con la península de Indochina, las organizaciones delictivas americanas perdieron toda su influencia y poder en el sudeste asiático.
Tanto las mafias como los cárteles americanos intentaron recuperar su posición en la zona, pero se vieron completamente superados por las tríadas, que fueron las que pasaron a controlar el mercado de la droga del sudeste asiático. Durante las décadas de 1980 y 1990, Las organizaciones criminales americanas también intentaron volver a entrar en el sudeste asiático por Japón, iniciándose una guerra que perdieron contra los yakuza, los cuales, dieron el salto a la costa oeste estadounidense.
El Gobierno chileno ha puesto todos los medios posibles para combatir el narcotráfico en su país, de hecho, el 9 de julio de 2019, el presidente Sebastián Piñera firmó un decreto para que el Ejército participara en los operativos anti-droga de la Policía, de los Carabineros y de los agentes de aduanas en las fronteras del norte del país; aunque las actividades del Ejército solo serán aportar material y tecnología para colaborar en las operaciones policiales.
El Ministro de Defensa chileno, Alberto Espina, cree que el Ejército debería poder tener competencias para poder llevar a cabo la guerra contra el narcotráfico en su país; por esta razón, Espina busca la aprobación de una reforma constitucional que permita a los miembros de las Fuerzas Armadas intervenir en operaciones policiales dentro del territorio chileno.
24 de Julio de 2019, miércoles.
Año I. Día 157. Artículo 196.
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