Foto: EFE
Aunque durante el pasado fin de semana ya se había filtrado la sentencia del Tribunal Supremo de España contra los líderes del independentismo catalán, encarcelados desde octubre de 2017, cuando fue proclamada la independencia de Cataluña en el Parlamento catalán; las protestas de los secesionistas que exigían la liberación de sus líderes dieron comienzo el lunes 14 de octubre de 2019, cuando los magistrados hicieron pública la sentencia que condenaba a prisión por delito de sedición a 9 de los 12 políticos catalanistas.
Se generaron diversos actos en apoyo de los presos en distintos puntos de Cataluña, produciéndose situaciones tensas en algunos momentos, cuando hubo personas que exhibieron banderas españolas para hacer frente al denominado “Tsunami Democrático” independentista, produciéndose en Tarragona la agresión a una mujer mayor a la que un hombre le robó la bandera. Posteriormente, la Policía Nacional localizó y detuvo al agresor.
Jaleados por los movimientos catalanistas, miles de personas intervinieron en varios actos de protesta con los que se pretendió colapsar Cataluña, tomándose como objetivo principal el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat de Barcelona, el segundo aeropuerto más importante de España y uno de los principales nudos aéreos de Europa por el que han pasado más de 50 millones de personas durante el 2018.
Los líderes catalanistas querían dar al mundo un mensaje haciendo grandes marchas e imitando a las protestas de Hong Kong, en las que los manifestantes ocuparon el Aeropuerto Internacional de Hong Kong durante dos días.
Mientras se producía la concentración de manifestantes en Barcelona, algunos organizadores difundieron pequeñas pancartas blancas y azules con el texto en letras negras “Totthom a l’aeroport” (“Todos al aeropuerto” en catalán). Una vez que se hicieron diversos actos reivindicativos, dio comienzo la marcha hacia El Prat, cortándose las carreteras de acceso que conducen a las Terminales Uno y Dos, paralizando el tráfico tanto de la autopista, como de la carretera dentro del recinto que une ambas terminales con la estación de tren.
Mientras los piquetes mantenían paralizado el tráfico, una enorme muchedumbre hizo su entrada en el aeropuerto. Mezclados entre los catalanistas podían verse varios turistas o viajeros con sus maletas, a los que las protestas les pilló por sorpresa.
Las autoridades sabían con antelación cual era el plan de los secesionistas. Las protestas que ocurrieron en toda Cataluña ya estaban planificadas de antes de que se hiciera pública la sentencia, y cuando los medios de comunicación publicaron su filtración, las organizaciones independentistas convocaron a la población a que formarán parte del “Tsunami Democrático”. Por esta razón, los servicios de seguridad ya tenían preparado un dispositivo para evitar que los manifestantes ocuparan el aeropuerto.
A mediodía, cuando se iniciaron los bloqueos y los manifestantes empezaron a aglomerarse en las entradas de las terminales, los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional ya tenían dispuestos varios puntos de control, por donde solo se podían acceder mediante tarjetas de embarque.
Los secesionistas intentaron traspasar, sin éxito, los puntos de control por la fuerza. Se produjeron varios choques en los que las autoridades lograron contener el empuje de los manifestantes. Tras aquellos incidentes, pareció relajarse la situación, aunque los agentes tuvieron que retirarse a los edificios cuando se descubrió que algunos secesionistas lograron traspasar los puntos de control usando tarjetas de embarque falsas difundidas por los organizadores.
En la terminal se produjeron al principio momentos tensos, los manifestantes se encararon contra los agentes, pero la situación pareció enfriarse mientras en algunas zonas se realizaban sentadas e incluso se produjeron situaciones festivas, sin dejar de corearse consignas reivindicativas a favor de la independencia y a favor de los presos.
La situación caótica empezó a extenderse conforme pasaba el tiempo, produciéndose las primeras cargas policiales sobre las 13:30. Al saberse la situación en el aeropuerto, varios vuelos se fueron cancelando, según el Ministro de Fomento, de un total de 1.066 vuelos previstos para ese día, fueron cancelados 67 vuelos a esa hora, pero más adelante la cifra subiría a un total de 108 cancelaciones.
Para los viajeros que permanecían en el interior de la terminal dio comienzo la desagradable situación de verse encerrados dentro del edificio, con el vuelo suspendido y sin posibilidad de salir de El Prat, tuvieron que ser testigos de los violentos disturbios que se alargaron hasta la noche.
A las 15:30, la mayoría de los mostradores de facturación estaban cerrados. El malestar de los independentistas iba en aumento y crecía el ambiente hostil conforme los periodistas de los informativos daban sus noticias en directo, siendo abucheados e insultados por los manifestantes.
Entre los policías iba acrecentándose la preocupación, llegaban noticias desde el exterior de que miles de catalanistas que acudieron a la gran manifestación en el centro de Barcelona estaban realizando la marcha sobre el aeropuerto.
A las 16:00 la multitud empezó a aumentar con la llegada de varios jóvenes provenientes del centro de Barcelona, algunos menores de edad fueron vistos entre los manifestantes; momento en el que las autoridades cortaron el paso a cualquier persona y se bloquearon todos los puntos de acceso. Los catalanistas comenzaron a gritar insultos y a provocar a los agentes, mientras crecía la presencia de encapuchados.
Los turistas que no habían podido acceder a las terminales, o los que lograron salir de ellas antes de que las autoridades bloquearan los pasos, llegaron a formar una cola de 200 personas en la parada del taxi; pero a las 17:00, debido a la tensión, se produjeron varias cargas policiales, los turistas tuvieron que correr en varias direcciones para evitar verse envueltos en los disturbios.
Una docena de furgonetas de los Mossos d’Esquadra acudieron para dar apoyo a los agentes, pudiendo contener a los manifestantes, que fueron expulsados al exterior.
A las 18:30 se produjeron precipitaciones intensas que sirvieron para frenar un poco la situación. Los manifestantes buscaron resguardarse en el interior del aparcamiento y bajo las cornisas exteriores de los edificios del aeropuerto; pero sería una tregua efímera que pronto se rompería con más enfrentamientos en el aparcamiento.
Una vez que el aparcamiento quedó despejado, los mossos continuaron con la expulsión de los manifestantes en el recinto exterior. Los agentes de la Policía Nacional permanecerían en el interior de los edificios, hasta que fueran requeridos por los mossos en caso de necesitar refuerzo al verse sobrepasados. Los disturbios continuaron hasta pasadas las 20:00, cuando las concentraciones catalanistas empezaron a diluirse con el retorno a sus casas.
El balance final de los disturbios en El Prat llega a la suma de un total de 78 heridos, de los cuales, un manifestante se encuentra en situación crítica tras haber perdido el ojo izquierdo al recibir un pelotazo de goma en la cara durante los disturbios.
Varios centenares de turistas tuvieron que pasar la noche dentro de las terminales. El personal del aeropuerto abrió el acceso de varias salas privadas para que los pasajeros pudieran descansar en ellas.
Al día siguiente, el martes 15 de octubre, Aena, la empresa pública española que gestiona los aeropuertos, informó de la cancelación de 45 de los 986 vuelos que se iban a producir ese día a causa de las protestas.
En los puestos de facturación y de reclamación se extendieron grandes colas a lo largo del día, mientras que el dispositivo policial se redujo al ordinario en un día normal, quedando libre la entrada sin enseñar la tarjeta de embarque ni pasar por controles policiales.
16 de Octubre de 2019, miércoles.
Año I. Día 239. Artículo 256.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.