Foto: NG
El superpetrolero iraní que fue interceptado, trasladado y retenido en Gibraltar por las autoridades británicas el 4 de julio de 2019, fue puesto en libertad por orden judicial el 15 de agosto. Al saberse el fallo judicial, el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió al día siguiente una orden de captura contra la embarcación y su tripulación.
El buque se mantuvo en puerto hasta la noche del 18 de agosto y, durante la puesta a punto por el nuevo personal enviado por el Gobierno iraní, el “Grace 1” cambió de nombre y pasó a llamarse “Adrian Darya 1”.
Pese a las presiones estadounidenses, las autoridades británicas permitieron que el superpetrolero partiera de Gibraltar con rumbo hacia el puerto griego de Kalamata, cuya arribada estaba programada para el 26 de agosto; pero en el último momento, el Gobierno griego decidió cerrarle sus puertos para no arriesgar sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Al quedar bloqueados los puertos griegos, el barco cambió de rumbo el 24 de agosto, con dirección al puerto turco de Mersin, cuya arribada estaría programa para el día 31 si no fuera porque en la madrugada del 25 el “Adrian Darya 1” volvió a cambiar de rumbo y se desconoce hacia donde se dirige. Éste cambio repentino ha podido deberse al temor de que Turquía, presionada por Estados Unidos, cediera e interviniera el barco.
En una entrevista para el diario digital español El Confidencial, el cofundador de Tanker Trackers, Samir Madani, declaró que:
“La información del petrolero que decía que llegaría a Kalamata el 26 de agosto era poco probable. Evitará aguas de la Unión Europea y no entrara en Grecia. Ya que si entrara en aguas europeas, podría encontrarse potencialmente con la misma situación que en Gibraltar.”
Entonces, ¿cual es el destino del “Adrian Darya 1”?
Los puertos europeos son una amenaza para el barco, la Unión Europea (UE) es aliada de Estados Unidos y ya sea por presiones o por cumplir con su alianza, los países europeos podrían retener el barco en el puerto.
Además, el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, amenazó a los países europeos sobre las consecuencias de permitir su acceso sin detenerlo:
“Hemos dejado en claro que cualquiera que lo toque, cualquiera que lo apoye, cualquiera que permita que el barco atraque, está en riesgo de recibir sanciones de los Estados Unidos de América.”
Las autoridades griegas al principio estuvieron dispuestas para acoger el barco en Kalamata, pero cuando se hizo público el bloqueo a la embarcación iraní, el viceministro de Asuntos Exteriores griego, Miltiadis Varvitsiotis, justificó esta decisión en base a que el barco era “demasiado grande” para el puerto y que no cabía.
Más tarde, el presidente griego, Kyriakos Mitsotakis, declaró que no habían “ninguna petición” por parte de la tripulación para atracar en Kalamata; pero el posterior comunicado de Varvitsiotis reflejó que la decisión había sido tomada para no dañar las relaciones griegas con Estados Unidos, y que harían todo lo posible por impedir que el petróleo que transporta el “Adrian Darya 1” llegue a Siria.
Durante su supuesto trayecto hacia Kalamata, el buque iraní evitó hacer el trayecto más corto pasando por el estrecho de Mesina, en donde existía el riesgo de que las autoridades italianas lo intervinieran.
Durante el sábado 24 de agosto, la información manual aportada por la capitanía del barco dio a entender que se dirigía hacia el puerto de Mersin, mientras hacía un giro hacia el sureste para alejarse y evitar las aguas griegas.
Mersin es un puerto turco situado en la península de Anatolia que está muy cercano a Siria, razón por la que Estados Unidos hizo muchas presiones al Gobierno turco, cuyas relaciones diplomáticas están muy resentidas, para que no le abriera el acceso; sin embargo, según la revista digital estadounidense Marine-Executive, el puerto de Marsin es demasido pequeño para el buque. El calado del “Adrian Darya 1” es más profundo que el del puerto y su eslora (longitud de un navío de proa a popa) le impediría maniobrar dentro del puerto.
En la madrugada del 25 de agosto, el superpetrolero volvió a cambiar de rumbo y la información de hacia donde se dirige ha quedado con el marcador “esperando órdenes”, sin embargo, continuó en dirección sureste, alejándose más de Grecia.
El contraalmirante de la Armada iraní, Habibollah Sayyari, avisó de que podría desplegarse una escolta de buques de guerra para evitar que el “Adran Darya 1” sea interceptado.
Algunas fuentes apuntan que Puerto Said (Egipto) podría ser el próximo destino o un punto de reunión con una posible escolta iraní, pero son unas opciones muy poco probables. El canal de Suez está controlado por Egipto, uno de los aliados del peor enemigo de Irán: Arabia Saudí. Además de ser uno de los países que más ha apoyado al Gobierno estadounidense cuando se retiró del acuerdo nuclear con el país persa el 8 de mayo de 2018. Razones por las que no hay probabilidades de que los barcos de guerra iraníes que Sayyari quiere poner como escolta del buque puedan atravesar el canal de Suez.
Además, el calado del “Adrian Darya 1” lleno es de una profundidad de 22,1 metros, y en el canal de Suez el calado máximo permitido es de 20 metros, así que el barco tendría que descargar su carga hasta tener el calado permitido. El regreso a Irán a través del canal de Suez podría ser una alternativa, pero sabiendo que Egipto tiene estrechas relaciones con los principales enemigos del régimen de los ayatolás, y que si no es interceptado en Puerto Said corre el riesgo de ser capturado en el mar Rojo, es muy poco probable que Puerto Said y la ruta del canal de Suez sean el siguiente destino del superpetrolero.
En un artículo de Marine-Executive se publicó la hipótesis de que el petrolero podría descargar parte de su cargamento en otro petrolero iraní que navega por la zona, el “Tour 2”, que en enero quedó varado en las costas turcas por una tormenta y ha finalizado sus obras de reparación en el puerto estambuliota de Pendik. Es una operación que se puede hacer en alta mar. Sin embargo, tras el traspaso del petróleo, el “Adrian Darya 1” seguiría con el riesgo de ser interceptado en Puerto Said o en el mar Rojo por Arabia Saudí, las fuerzas de la misión de la OTAN Operación Atalanta desplegadas en el cuerno de África y, finalmente, la Quinta Flota estadounidense desplegada en el golfo Pérsico.
También existe la posibilidad de que el superpetrolero intente “desaparecer del mapa” e intente llegar a Siria, ya sea con toda su carga o dividiéndola con el “Tour 2” y que ambos lo intentaran por separado. Una operación que hoy día, con los medios de seguimiento existentes, es muy difícil. Ambas embarcaciones podrían desactivar sus Sistemas de Identificación Automática (AIS, siglas en inglés), de hecho, en varias ocasiones algunas embarcaciones chinas e iraníes han sido denunciadas por tenerlo desactivado. Pero sería muy difícil que consiguieran burlar los radares y los satélites estadounidenses.
26 de Agosto de 2019, lunes.
Año I. Día 190. Artículo 216.
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