El presidente de Honduras y su hermano han sido vinculados con el cártel de Sinaloa

Foto: AP/ Fernando Antonio, Archivo

El miércoles 2 de octubre de 2019, dio inicio en Nueva York el juicio contra Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, por cargos que le acusan de haber estado asociado por narcotraficantes.

El 23 de noviembre de 2018, “Tony” Hernández fue detenido por las autoridades estadounidenses en el Aeropuerto Internacional de Miami, después de que el ex-jefe del cártel de Los Cachiros, Devis Rivera Maradiaga, declarara ante el tribunal del Distrito Sur de Nueva York que “Tony” Hernández recibió sobornos del narcotraficante.

Posteriormente, las autoridades estadounidenses han conseguido reunir pruebas y confesiones de distintos narcotraficantes para poder vincular al presidente hondureño y a su hermano con el tráfico de drogas.

El 3 de agosto de 2019, la Fiscalía Federal para el Distrito Sur de Nueva York publicó un informe en el que vinculaba a “Tony” Hernández de haber formado parte de una red de narcotráfico, participando en “todas las etapas” para poder llevar a cabo el contrabando de cocaína hacia Estados Unidos; sobornando personalmente a los funcionarios de las aduanas, además de haber sido relacionado con una red que unía los cárteles colombianos con los mexicanos.

Además, en dicho informe también se señalaba a su hermano, el mandatario hondureño, de haber financiado sus campañas electorales de 2014 y 2018 con dinero proveniente del narcotráfico en unas que han recibido varias denuncias de haber sido fraudulentas.

Desde que dio comienzo el proceso judicial contra “Tony” Hernández, han aumentado los señalamientos contra él y su hermano que los vinculan a peligrosas redes delictivas como el cártel de Sinaloa, que fue dirigido por Joaquín “Chapo” Guzmán hasta su detención en 2017.

El ex-narcotraficante Victor Hugo Díaz Morales declaró en la primera sesión del juicio que “Tony” Hernández hizo el papel de informador para los cárteles, con lo que facilitó en más de una ocasión la huida de los delincuentes antes de realizarse una operación policial en Honduras, o la forma de burlar las redadas y registros policiales.

Díaz Morales también declaró que el propio “Tony” Hernández fabricaba su propia cocaína en un laboratorio colombiano, distribuyendo y vendiendo posteriormente la droga estampando sus iniciales, “T.H.”, en el producto; con una marca que “Era similar al logo de Tommy Hilfiger”.

El ex-narcotraficante confesó haber pagado 40.000 dólares para apoyar la campaña de diputado del Congreso de Juan Orlando Hernández. Aseguró que “Tony” Hernández le pidió dinero a cambio de contactos políticos importantes que podrían ayudarle para seguir con sus actividades delictivas.

Díaz Morales aprovechó las ayudas políticas prometidas por “Tony” Hernández para traficar unos 140.000 kilogramos de cocaína entre 2004 y 2016.

“Tony Hernández daba información sobre los retenes policiales y sobre las investigaciones relacionadas con narcotráfico.”

Sobre Díaz Morales pesan los cargos de haber asesinado personalmente a 18 personas.

En la misma sesión de apertura del proceso judicial, el fiscal Jason Richman dijo en su monólogo de inicio de juicio que “El Chapo Guzmán” se reunió personalmente con “Tony” Hernández, pagándole en mano un soborno de un millón de dólares para que se lo diera a su hermano.

El presidente hondureño negó cualquier relación con las organizaciones delictivas de las que se le acusa, e incluso escribió en su cuenta de Twitter, el 4 de octubre, que se trata de una estrategia de los narcotraficantes para vengarse de él, y conseguir que sus penas sean reducidas:

“En los próximos días, tal como sucedió ayer (el miércoles) en un juzgado de Nueva York, se van a desprender una serie de historias novelescas provenientes de narcotraficantes que ven en este juicio de Juan Antonio Hernández, la oportunidad ideal de atacar a la persona responsable de que hayan sido extraditados y que estén encarcelados.”

Pero en cada sesión que se celebra del juicio salen a la luz nuevos detalles y se producen más señalamientos contra los hermanos Hernández que los vinculan a la droga.

Díaz Morales pagaba 5.000 dólares por cada información que “Tony” Hernández le daba sobre los movimientos policiales. También pagaba 10.000 dólares por la información de preparativos de operaciones militares anti-droga que se planificaban en la base de Naco, o por información sobre la llegada de altos cargos políticos hondureños para poder sobornarlos.

Un detective hondureño testificó que en la detención del narcotraficante Nery Orlando López, encontraron en el automóvil en el que viajaba unas libretas en las que el nombre de “Tony” Hernández estaba escrito varias veces. El fiscal mostró al jurado varias fotos de las páginas de esas libretas en las que aparece el nombre de “Tony” Hernández.

Noticia relacionada:

Estados Unidos relaciona al presidente de Honduras con el narcotráfico

7 de Octubre de 2019, lunes.

Año I. Día 230. Artículo 248.