Los hechos sucedieron el lunes 25 de febrero de 2019, cuando la Plataforma por Tabarnia (un movimiento que defiende la unidad de España satirizando al independentismo catalán) organizó un acto para homenajear a Rafael Casanova; en un acto que pretendía hacer semejanza a la ofrenda floral que cada 11 de septiembre hacen los independentistas frente al monumento situado en la Ronda de San Pere de Barcelona. De esta manera, el movimiento unionista realizaba el tradicional homenaje a Casanova sin participar en los actos que reclaman la secesión de Cataluña.
La fecha en la que se produjo el acto coincidió con la apertura del Mobile World Congress (MWC). Las autoridades no cortaron el tráfico en la zona alegando que era para que los visitantes al evento, especialmente los extranjeros, no se llevaran una mala impresión de la ciudad. Por éste motivo, la plataforma unionista desconvocó el acto, sin embargo, hubo un grupo de personas que decidió hacer su reivindicación por su propia cuenta.
Mientras se producía el pequeño acto reivindicativo, un grupo de radicales independentistas, pertenecientes al Movimiento Identitario Catalán (MIC), reventó el acto agrediendo a los asistentes.
El MIC es un grupo de extrema derecha que defiende la secesión catalana, con un alto componente racista en su ideología.
Durante el asalto al acto unionista, dos manifestantes acabaron con lesiones e interpusieron una denuncia cada uno, abriéndose el trámite contra los 28 miembros del MIC. El Movimiento contra la Intolerancia se ha personado en el caso como acusación popular, en el procedimiento que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona.
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, en una entrevista en Metrópoli Abierta, declaró que los 28 acusados «se niegan a declarar tanto al juez como al fiscal como a las acusaciones. O sea, dicen que no contestan a la justicia española», además de aclarar que Movimiento contra la Intolerancia se personificó en el caso debido a la ideología racista y xenófoba del MIC. «Si nos hemos presentado contra grupos neonazis y de extrema derecha en varios lugares de España, no vemos porqué no nos podemos presentar también aquí como acusación. El MIC es un grupo que no difiere mucho de otros de corte de ultraderecha que hay en España, tanto por su estética como por las ideas que cultiva y difunde».
Según Ibarra, los secesionistas solo tenían por objetivo agredir a los unionistas e impedir que se celebrara el acto:
«Comenzaron con gritos e insultos y se acabó con empujones y golpes.»
Uno de los dos unionistas que resultaron heridos leves, fue golpeado con una escalera portatil después de que el agresor la alzara sobre su cabeza. En sus declaraciones, Ibarra se queja de la completa inactividad de los Mozos de Escuadra, la policía autonómica catalana.
«Los Mossos no hicieron nada para impedir las agresiones. Y ni siquiera identificaron a los ultras que acudieron a reventar el acto.»
Además de las dos denuncias por agresión, la Fiscalía ha añadido otra denuncia por delitos de odio, concentrándose todas en un solo procedimiento. El número de investigados asciende a 28, debido a que una parte de los que no realizaron las agresiones realizaron actos racistas.
17 de Mayo de 2019, viernes.
Año I. Día 89. Artículo 155.
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