Foto: Twitter de @Vox_Murcia.
Durante las manifestaciones de la huelga feminista del 8 de marzo de 2019, apenas se registraron altercados dignos de mención. A parte de las pintadas insultantes en la puerta de algunas iglesias, o pintadas con mensajes misándricos en las fachadas de algunas casas que, desgraciadamente, se están volviendo en algo habitual en las manifestaciones feministas del 8M; cabría destacar como algo anecdótica la discusión entre varias feministas en la La Gran Vía de Madrid, disputándose por su lugar en la manifestación, que terminó cuando las denominadas «feministas racializadas» gritaron insultos racistas a las españolas. O que una feminista de Barcelona insultara a un guardia de seguridad en el metro por «no hacer la vista gorda por ser mujer», mientras el guardia la multaba tras pillarla escribiendo un grafiti en la fachada del anden de la estación.
Sin embargo, lo que verdaderamente es digno de mención, son las falsas denuncias de supuestos ataques que las feministas le habían hecho a una sede de Vox en Murcia, y de un supuesto ataque que habían recibido 3 menores de edad que simpatizaban con Vox.
En el pueblo mallorquín de Son Servera, mientras se estaba produciendo una pequeña concentración a favor de las protestas feministas, Vox difundió el bulo de que 3 simpatizantes, menores de edad, fueron agredidas por varias manifestantes; algo que cogió completamente por sorpresa a todos los habitantes del pueblo. La Policía Local, nada más salir a la luz éste comunicado, se dirigió a la casa de las 3 niñas, en donde se descubrió que las 3 menores de edad no salieron de su domicilio en todo el día y que no sufrieron ninguna agresión.
Mientras que los concejales de Son Serbera han lanzado un comunicado en repulsa ala falsedad que Vox extendió a través de sus redes, la dirección de Vox Baleares «lamenta» la extensión del bulo, e insisten que fue la madre de las niñas quien contactó con la junta directiva de Vox en Son Serbera denunciando la agresión, y que actuaron en base a dicha información.
Otro hecho que también hay que destacar, es el ya demostrado y controvertido autoataque de los militantes de Vox a su propia sede de Murcia. Mientras la concentración feminista protestaba a las puertas de esta, el dueño de la cuenta de Twitter de Vox Murcia publicó una foto en la que denunciaba que las feministas habían tirado huevos contra las ventanas de su sede. Aparentemente colaba, pero como puede verse en la foto (la misma de la portada de esta noticia), las cáscaras y las manchas de las yemas de los huevos están en el suelo de la sede, algo físicamente imposible si los huevos hubieran sido tirados desde fuera; además, en los marcos de las ventanas pueden verse varios chorretones por encima de ellos por dentro, y en un marco permanece enganchado un trozo de una cáscara de huevo mostrando su cara exterior, cuando, si hubiera sido lanzado desde fuera del edificio, debería verse la parte interna de la cáscara del huevo y no la exterior.
10 de Marzo de 2019.
Año I. Día 25. Artículo 81.
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