El sábado 2 de noviembre de 2019, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (SOHR, siglas en inglés), el Ejército estadounidense comenzó la construcción de una nueva base militar en la localidad siria de Qamishli.
La fuerza estadounidense que llegó a la ciudad fronteriza salió de al-Hasakah, en donde se agrupó un amplio contingente militar después de atravesar la frontera desde Irak por al-Waleed el pasado 25 de octubre.
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Un convoy estadounidense se adentró en el Kurdistán sirio.
Qamishli es una ciudad del noroeste de siria que se encuentra en la frontera con Turquía, frente a la ciudad turca de Nísibis. Se hallaba bajo la administración independiente del gobierno de facto kurdo de Rojava, pero tras alcanzar un acuerdo con el régimen sirio de Bashar al-Asad, el ejército gubernamental ha tomado varias posiciones por la zona para impedir una nueva invasión turca.
El Gobierno de Estados Unidos no quiere perder su influencia en la región y, para preservarla, el Ejército ha tomado el control del Aeropuerto Internacional de Qamishli, además de un área que parte a la ciudad en dos, comprendida en un eje que abarca desde el acceso del suroeste por la autopista 7, hasta el acceso a la frontera con Turquía.
Por la tarde del 2 de noviembre, otro convoy estadounidense salió desde la vecina localidad de Heemo, que se encuentra a 4 kilómetros al oeste de Qamishli y en donde Estados Unidos ya ha construido un pequeño puesto militar, para reforzar al personal de la base en construcción.
El 6 de octubre, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la retirada de las fuerzas de su país que estaban desplegadas en el noroeste de Siria. Tres días después, el 9 de octubre, el Ejército turco inició la Operación: Primavera para la Paz, con la que invadió varias partes de las gobernaciones sirias de Alepo, Raqqa y al-Hasakah que se hallaban en poder de las autoridades independientes kurdas.
Turquía y el gobierno de al-Asad llegaron a un acuerdo que detuvo el ataque gracias a la mediación rusa; pero la situación entre ambos países es inestable y se producen tiroteos y bombardeos entre ambos ejércitos con mucha frecuencia.
La política en Oriente de Trump es completamente caótica, Estados Unidos ha hecho muchas concesiones que inmediatamente Rusia ha aprovechado para expandir su influencia en la zona. Consciente de que el abandono del Kurdistán sirio ha sido una mala idea de la que rápidamente se ha aprovechado su homólogo ruso, Vladimir Putin, el mandatario norteamericano inmediatamente ha hecho que sus fuerzas se desplieguen en torno a los campos petrolíferos del territorio kurdo-sirio, que son de vital interés para Estados Unidos para hacer frente a la crisis petrolífera con Irán y Venezuela que ha desembocado en una crisis económica mundial.
Mientras tanto, la invasión turca de octubre ha supuesto que los kurdos perdieran el control de varios prisioneros de ISIS, que han escapado y que han desaparecido, temiéndose que hayan podido volver a ingresar en las filas de la organización terrorista, generándose la creación de más comandos que formen parte del órgano activo de la insurgencia yihadista por la zona.
2 de Noviembre de 2019, sábado.
Año I. Día 256. Artículo 272.
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