El miércoles 29 de agosto de 2019, el destructor estadounidense “USS Wayne E. Meyer” navegó a menos de 12 millas náuticas (22,2 Kilómetros) de la base del Ejército chino en los arrecifes Mischief y Fiery Cross de las islas Spratly, localizadas en el mar del Sur de China, cuya soberanía ha sido reclamada por el país asiático.
Las aguas del mar del Sur de China (también conocido como mar Meridional de China) son el escenario de un conflicto territorial entre seis países: China, Taiwan, Vietnam, Malasia, Filipinas y Brunéi. Además de ser el escenario de demostraciones de fuerza por parte del ejército chino, que para consolidar las reclamaciones territoriales de su país, ha construido varias bases sobre islas artificiales.
La portavoz de la Séptima Flota de los Estados Unidos, la comandante Reann Mommsen, comunicó que la misión del destructor de misiles guiados estadounidense era “desafiar los excesivos reclamos marítimos [chinos] y preservar el acceso a las vías fluviales según lo regula el derecho internacional”.
La Armada de los Estados Unidos, frecuentemente, desde 2009, realiza éste tipo de operaciones para reclamar el libre acceso fluvial por aguas que el ejército chino ha restringido su acceso.
El periódico chino de mayor tirada en inglés de Hong Kong, South China Morning Post, ha informado que esta ha sido la primera vez que un barco de guerra estadounidense se ha acercado a dos bases chinas en la misma operación.
El portavoz del Mando del Teatro Sur del Ejército chino, el teniente coronel Li Huamin, informó que el personal de las bases advirtieron y tomaron medidas para expulsar al buque estadounidense de las aguas que reclama el Gobierno chino.
30 de Agosto de 2019, viernes.
Año I. Día 194. Artículo 220.
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