Nació en 1605 en el estado de Oaxaca, México. Entró como novicio en el convento de Santo Domingo de Oaxaca, allí estudio Filosofía y Teología, vuelve a ser elegido provincial y esta vez durante su mandato se lleva a cabo la decoración de estucos del convento de Santo Domingo de Oaxaca. Burgoa dominaba las lenguas zapoteca y mixteca, ya que esto era una obligación y un reto para ejercer con éxito el apostolado de la predicación. Escribió una obra en donde describe las costumbres de alguno de los pueblos mixtecos da algunos datos sobre ídolos escondidos en cuevas, de sacrificios a sus dioses, de ofrendas en la tumba de un príncipe de Tehuatepec. La Biblioteca Francisco de Burgoa resguarda un enigmático tesoro histórico en el cual se pueden encontrar once incunables, nueve son impresos mexicanos del siglo XVI, un manuscrito en latín de Fray Bartolomé de las Casas y una Biblia políglota impresa entre 1572 y 1575 por Cristóbal Platino, todos los libros son de carácter religioso, esta