Foto: Dani Duch.
EDITORIAL
Cuando yo era adolescente, allá por la década de 2000, viví un tiempo en el que llevar una bandera española o un símbolo nacional era «cosa de fachas» o «de pijos». Parecía como si ser patriota fuera algo malo que estuviera reservado únicamente a la derecha, razón por la que fue muy criticado cuando, de forma muy excepcional, el Partido Popular (PP) mostraba una leve manifestación de sentimiento patriótico.
Aquel ambiente de críticas y parodias hacia la patria, acomplejó mucho a la derecha y hubo un tiempo en el que se hizo raro ver banderas españolas fuera del entorno político o militar.
Evidentemente, con semejante clima, se facilitó que aumenten las conductas anti-patrióticas, de hecho, en más de una ocasión, fueron unas conductas que recibieron el apoyo de parte de la élite política española, lo que contribuyó a que los movimientos independentistas fueran gozando de más apoyo popular, hasta lograr la potestad que hoy día ejercen en Vascongadas y en Cataluña.
Durante la segunda legislatura del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, esta visión social de que las banderas, el himno, los símbolos nacionales y todo lo que representan eran «cosas de fachas», fue en aumento; curiosamente, coincidiendo con el inicio del proceso independentista catalán.
Cuando parecía que España era un país sin amor propio, tuvo que ser el fútbol el que hiciera resurgir el sentimiento patriótico español. De forma muy puntual, en las competiciones de fútbol en las que participó la selección nacional, empezaron a verse banderas españolas en los balcones, que desaparecían nada más ser eliminada la selección o pocos días después de acabarse la competición. Había algunas personas, poquísimas, que se atrevieron a dejar la bandera durante el resto del año, corriendo el riesgo de ser señalas de «fachas».
Podría decirse que el triunfo de la selección de fútbol en la Eurocopa de 2008 fue un auténtico milagro, no por la victoria en sí, sino porque a raíz de ahí empezaron a desaparecer los complejos, y la gente perdió el miedo en mostrar en público su sentimiento patriótico. Los triunfos de la selección nacional en baloncesto ayudaron mucho a reforzar el orgullo de salir a la calle con la bandera, en medio de un ambiente inundado de euforia.
La inercia de décadas en que lucir los colores nacionales era «cosa de fachas», pasó factura tras el triunfo español en el Mundial de 2010, que fue muy celebrado y que pareció que los complejos habían finalizado. Fue entonces cuando dio comienzo una nueva oleada de críticas y parodias hacia lo patriótico, pero esta vez fueron muy ácidas y ofensivas, generándose un sin fin de discusiones y polémicas, que han sumido al pueblo español en la crispación actual que lo ha separado por completo.
A medida que ha pasado el tiempo, pese a que la derecha estuvo representada por un PP que de liberal se tornó a socialdemócrata, y trató de impedir cualquier exaltación nacional; el orgullo patriótico ha ido extendiéndose a lo largo de distintos sectores nacionales. Al presentarse Ciudadanos como la alternativa del PP en su lucha frente al independentismo catalán, el partido de Albert Rivera se ganó el gran apoyo del votante medio, manifestándose en Ciudadanos el voto de castigo del PP y de cierto sector del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que, contrariamente a la opinión de que «el patriotismo es de derechas», son patriotas.
Pablo Casado, presidente del PP, parece haberse dado cuenta de que el gran error de su partido, por el que mucha gente decidió pasarse a Vox o a Ciudadanos, fue el cómo trató el anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el proceso catalanista. Según Pablo Casado, fue el PP el que puso fin al proceso, pero mucha gente no olvida que quien de verdad lo paró fue Su Majestad el rey Felipe VI, en su discurso del 3 de octubre de 2017. Fue él quien hizo que reaccionaran gran parte de los ciudadanos españoles, que salieron a la calle y se manifestaron en apoyo a las palabras del Rey, mientras en los balcones empezaron a verse banderas españolas que aún permanecen en ellos; forzando a Rajoy a activar un artículo 155 de la Constitución demasiado blando y a regañadientes.
El dañino mensaje que se ha ido repitiendo durante décadas, que prácticamente ha convertido el patriotismo en la «maléfica» propiedad exclusiva de la derecha, ha sido uno de los motivos por los que se ha producido una de las sorprendentes y mayores fracturas dentro del PSOE. Pedro Sánchez, desde que se produjo el referéndum catalán de 2017, con la posterior declaración de independencia de los secesionistas catalanes; se ha visto flotando en medio de dos aguas, a las que tiene que contentar a la vez para intentar evitar la desaparición de su partido. Tan pronto es defensor del diálogo con los independentistas, a los que les quiso dar una infinidad de concesiones con tal de mantenerse en el poder; como defiende la unidad nacional ante una enorme bandera con un discurso patriótico, como hizo en el mitin del domingo 21 de junio de 2015.
A Podemos también ha llegado el amor a la patria. Pese a que en octubre de 2017 (mientras sucedía el referéndum catalán que desembocó en una efímera declaración de independencia) Pablo Iglesias dijera que no podía decir «España», ni tampoco podía «utilizar la bandera roja y gualda» porque «la identidad de España para la izquierda está perdida». En más de una ocasión, cuando la derecha y el propio PSOE tildaron a su partido de «anti-España» y antipatriótico, Iglesias también se definió como patriota en varias ocasiones:
«Soy patriota y nadie con cuentas en Suiza me va a dar ninguna lección de qué significa ser español.»
(Pablo Iglesias en una entrevista que le hizo Pedro Piqueras en Informativos Telecinco, el 16 de enero de 2018).
Pero como Podemos es el partido que más ha difundido el mensaje de que el patriotismo «es cosa de fachas», también tiene el gran problema que tiene el PSOE, y aunque en ocasiones parece que los dirigentes de Podemos le quieren quitar el «monopolio» del patriotismo a la derecha, para atraer votos; su actuación es muy contradictoria, algo que pudimos ver durante los tensos momentos protagonizados por el independentismo a finales de 2017. El discurso de Podemos fue muy ambiguo y cambiante. Produciéndose situaciones en que Podemos se manifestaba en contra del proceso independentista y, horas después, cambiaba su discurso a favor del referéndum.
Con el creciente ascenso de Vox, cuando se filtró que parte de la financiación de éste partido procedía de un grupo de disidentes iraníes, Pablo Echenique escribió en Twitter varios mensajes en los que mostraba un gran amor ¡hacia la bandera española! ¡La misma bandera que el secretario general de Podemos no puede usar y, además, critica a las personas que se representan con ella!
Sin lugar a dudas, la crisis de Cataluña va a ser el pilar maestro que sostendrá la campaña de las próximas elecciones del 28 de abril de 2019. El hecho de que los partidos independentistas vetaran los Presupuestos Generales de Estado, propuestos por el presidente del Gobierno, ha iniciado un auge de discursos patrióticos en todas las facciones políticas.
Mientras que la derecha parece haber formado una alianza no pactada en la defensa de la unidad nacional. El PSOE, después de que Sánchez convocara elecciones, también ha optado por hacer discursos en defensa de la patria y de la unidad nacional. Si la precampaña electoral ha dado comienzo de esta forma, es evidente que el patriotismo será el punto fuerte del programa electoral de los partidos más representativos.
A mi modo de ver, éste patriotismo que de pronto se ha despertado en los partidos políticos, dando la impresión de que lo tenían guardado dentro de un baúl cubierto por enormes capas de polvo, no es ni más ni menos que un patriotismo que sigue estadísticas; pero nos ofrecerá la que probablemente sea la campaña electoral más patriótica de la historia de la actual democracia española. Es una lástima que algo que debiera hermanarnos como pueblo a todos los españoles, sea usado como estadística con la que sacar el mayor número de votos posible.
Los partidos políticos ¡han conseguido dividir el concepto de qué es la patria! Aunque todos dicen la verdad a la vez, el concepto que transmite cada uno queda vacío. La patria no son solo los símbolos y las banderas, mientras se olvidan los derechos del pueblo en virtud del dinero; a la vez que la patria no es solo el pueblo, mientras se abandonan las tradiciones y se pretende borrar su historia. La patria es, precisamente, lo que explicó con gran acierto,Ventura Ruiz Aguilera, un liberal progresista del siglo XIX (lo que demuestra que no hace falta ser de derechas para ser patriota), en su poema «La patria», que a continuación, y como punto final a esta editorial, reproduzco:
LA PATRIA
Queriendo yo un día
Saber qué es la Pátria,
Me dijo un anciano
Que mucho la amaba:
«La Patria se siente;
No tienen palabras
Que claro la expliquen
Las lenguas humanas.
»Allí, donde todas
Las cosas nos hablan
Con voz que hasta el fondo
Penetra del alma;
»Allí, donde empieza
La breve jornada
Que al hombre en el mundo
Los cielos señalan;
»Allí, donde el canto
Materno arrullaba
La cuna que el Ángel
Veló de la guarda;
»Allí, donde en tierra
Bendita y sagrada
De abuelos y padres
Los restos descansan;
»Allí, donde eleva
Su techo la casa
De nuestros mayores...
Allí está la Pátria.
II.
»El valle profundo,
La ruda montaña
Que vieron alegre
Correr nuestra infancia;
»Las viejas ruínas
De tumbas y de aras
Que mantos hoy visten
De hiedra y de zarza;
»El árbol que frutos
Y sombra nos daba
Al són armonioso
Del ave y del aura;
»Recuerdos, amores,
Tristeza, esperanzas,
Que fuentes han sido
De gozos y lágrimas;
»La imágen del templo,
La roca y la playa
Que ni años ni ausencias
Del ánimo arrancan;
»La voz conocida,
La jóven que pasa,
La flor que has regado,
Y el campo que labras;
»Ya en dulce concierto,
Ya en notas aisladas,
Oirás que te dicen:
Aquí está la Pátria.
III.
»El suelo que pisas
Y ostenta las galas
Del arte y la industria
De toda tu raza,
»No es obra de un dia
Que el viento quebranta;
Labor es de siglos
De penas y hazañas.
»En él tuvo orígen
La fe que te inflama;
En él tus afectos
Más nobles se arraigan:
»En él han escrito
Arados y espadas,
Pinceles y plumas,
Buriles y hazañas,
»Anales sombríos,
Historias que encantan
Y en rasgos eternos
Tu pueblo retratan.
»Y tanto á su vida
La tuya se enlaza,
Cual se une en un árbol
Al tronco la rama.
»Por eso presente
O en zonas lejanas,
Doquiera contigo
Va siempre la Pátria.
IV.
»No importa que al hombre,
Su tierra sea ingrata,
Que el hambre la aflija,
Que pestes la invadan;
»Que viles verdugos
La postren esclava,
Rompiendo las leyes
Más justas y santas;
»Que noches eternas
Las brumas le traigan,
Y nunca los astros
Su luz deseada;
»Pregunta al proscrito,
Pregunta al que vaga
Por ella sin techo,
Sin paz y sin calma;
»Pregunta si pueden
Jamas olvidarla,
Si en sueño y vigilia
Por ella no claman!
»No existe, á sus ojos,
Más bella morada,
Ni en campo ni en cielo
Ninguna le iguala.
»Quizá unidos todos
Se digan mañana:
«Mi Dios es el tuyo,
Mi Pátria tu Pátria.»
24 de Febrero de 2019.
Año I. Día 11. Artículo 50.
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