Un clero que piensa que San Miguel fue un radical

-EDITORIAL-

El jueves 28 de noviembre de 2019, se produjo un congreso de satanistas en la facultad de filosofía y filología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en el que no solo se hicieron conferencias sobre satanismo y ocultismo, sino que sirvió como un acto de presentación de la asociación Satanistas de España, primera secta satanista reconocida por el Ministerio de Interior.

El acto se convocó como “un congreso científico sobre las religiones”, pero en los panfletos que se repartieron para anunciar el evento, podía verse que la temática era únicamente el satanismo y los vínculos de la veneración a Satanás con el ocultismo.

En una entrevista para el periódico español Eldiario.es, el presidente de Satanistas por España, Miguel Pastor, hizo todo lo posible por hacer propaganda del satanismo, mostrando su creencia con términos contradictorios, en algunas ocasiones definía a su secta como una religión y en otras ocasiones la definía como “un grupo de encuentro”.

Durante la entrevista, algo llamó mucho la atención fue la intención de Pastor de hacer un “ecumenismo” satanista con diferentes asociaciones y “religiosidades” satanistas. Un proyecto Pastor ha dado a entender que es difícil, debido a que hay distintas corrientes y distintos pensamientos satanistas y luciferinos.

La diferencia entre satanistas y luciferinos está en que el satanismo considera a Satán como un concepto simbólico que se halla dividido entre el satanismo tradicional que venera al diablo pero de forma simbólica y el satanismo ateista que, como Pastor explicó, consiste en que quienes lo profesan buscan convertirse en sus propios dioses. Hay un amplio abanico de corrientes satanistas, todas ellas no gozan de la simpatía de los luciferinos.

El luciferismo se centra sobre todo en lo espiritual y en la adoración a Satanás, hay distintas vertientes pero todas ellas practican el ocultismo. Los satanistas, en varias ocasiones, han intentado tener acercamientos a los luciferinos, pero estos les han rechazado. Aún así, muy de vez en cuando, se hacen convenciones a las que asisten satanistas y luciferinos para hablar de los temas que tienen en común.

El acto en la UCM fue convocado por el Sendero de la Mano Izquierda, una organización ateísta un tanto peculiar, pues busca la auto-divinización del individuo que el filósofo Friedrich Nietzsche escribió en sus últimas obras. De hecho, el satanismo está muy influenciado por los escritos de Nietzsche, y dentro del mundo satanista denominan al filósofo como “mano derecha”.

Una asociación estudiantil, Alumnos Católicos, se movilizó inmediatamente convocando a rezar un rosario de desagravio en la capilla de la facultad. No olvidemos que Satanás fue el arcángel que se reveló contra Dios, razón por la que los católicos ven en la celebración de ritos satánicos o de reuniones satánicas como un atentado contra su fe.

Paradójicamente, no han sido ni los organizadores ni el personal académico de la facultad la que ha mostrado su rechazo al rosario de desagravio, sino que ha sido la propia Pastoral Universitaria de Madrid, que tachó el rezo del rosario en la capilla de la facultad de filosofía y filología de la UCM como “una provocación”; razón por la que, después de la misa diaria que se hace a las 8:00 en la capilla, el 28 de noviembre la Pastoral Universitaria de Madrid mantuvo cerrada la capilla no para evitar posibles profanaciones, ¡sino para que no se rezara el rosario convocado por Alumnos Católicos!

La Pastoral Universitaria justificó su actitud diciendo que el rosario lo podía rezar cada uno en cualquier momento y en cualquier lugar menos en la capilla de la facultad el mismo día en el que se celebró la convención satanista porque eso era “una provocación”.

De la Pastoral Universitaria de Madrid se ocupa principalmente la Milicia de Santa María, un grupo católico juvenil que fue fundado por el sacerdote venezolano Tomás Morales, que falleció en Alcalá de Henares (Comunidad de Madrid) en 1994.

La Milicia de Santa María está dedicado principalmente a reunir a los jóvenes y a formarlos en la fe católica. Precisamente hay que destacar que el nivel de su formación religiosa es muy alto y dedican mucho tiempo al estudio de la fe. En la Milicia de Santa María los grupos están separados por sexos que, salvo en contadas excepciones, especialmente con motivo de fiestas religiosas muy importantes realizan reuniones mixtas. El modo de vida de los integrantes de la Milicia de Santa María es muy riguroso y se hacen muchas actividades en las que la religión es el eje de estas. Se trata de una vida que pretende imitar a la vida monacal pero con más libertades.

Que un grupo católico que precisamente destaca por su gran formación religiosa tenga por costumbre evitar hacer cualquier defensa de su creencia, ha despertado, una vez más, mucha indignación y mucha decepción entre los universitarios católicos. ¿De qué sirve hacer tanto estudio de la fe y una vida centrada en la oración, si luego la religión no se aplica?

Aunque el nombre de la Milicia de Santa María dé a entender que se trata de una organización militante y ferviente defensor de la fe, en realidad es todo lo contrario. Desde que la Milicia de Santa María ocupa la Pastoral Universitaria de Madrid, en los constantes roces con los decanos que quieren romper los convenios que en su tiempo hicieron algunas universidades madrileñas con la Iglesia al edificar varias capillas en sus facultades, la Pastoral Universitaria nunca se ha movilizado, han tenido que ser los propios alumnos quienes defendieran su derecho a la libertad religiosa y a la libertad de culto.

El 10 de marzo de 2011, un grupo de feministas irrumpieron en la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense mientras se estaba celebrando una misa. Una de las líderes del grupo, que llevaba un altavoz, fue Rita Maestre (que llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Madrid durante la alcaldía de Manuela Carmena (2015-2019)). Las feministas se quitaron la ropa para enseñar los pechos en la capilla mientras gritaron consignas anti-católicas.

En 2016 se celebró el juicio contra Maestre. Tanto el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y la Pastoral Universitaria se mostraron demasiado benevolentes, siendo precisamente los que tuvieron más insistencia en pedir al juez la absolución de la concejal de Madrid que la propia militancia de Ahora Madrid. Finalmente, Maestre fue absuelta para gran disgusto de muchos católicos españoles.

Para algunos católicos, esta cesión de la pastoral y el arzobispado la ven como un acto de caridad y perdón cristiano. Cuando realidad se trata de un intento de ofrecer una cara de perdón y acercamiento eclesial que, como siempre, fracasa. Los militantes de Ahora Madrid no vieron en esto un acto caritativo, fue tomado como un reconocimiento de la Iglesia Católica a la libertad de expresión (una libertad de expresión consistente en ofender a los demás).

La dirección de la UCM llevaba varios años queriendo dar comienzo a volver laicas las facultades quitando las capillas, pero debido a la oposición de los alumnos no terminaba de atreverse a dar el paso adelante.

En julio de 2014, la dirección de la UCM eligió la facultad de historia y geografía para iniciar el cierre de todas las capillas de la universidad. La elección de esta facultad fue muy estratégica, se trataba de la facultad más politizada, en la que hay mucha actividad de grupos de extrema izquierda que campan a sus anchas. De hecho, fue en esta misma facultad en la que se hizo una conferencia de apología a la ETA en febrero de 2015. Así que las condiciones eran muy favorables para llevar a cabo el cierre de la capilla y poder tener un pretexto para cerrar las del resto de las facultades.

La Pastoral Universitaria decidió no manifestarse y escudarse en el arzobispado, que también estaba dispuesto a ceder; pero, contra todo pronóstico, los estudiantes católicos se movilizaron con el apoyo de protestantes y musulmanes que también usaban la capilla para hacer sus oraciones, además de los estudiantes ateos que veían en esto una clara violación a la libertad religiosa y de culto. Las quejas de los estudiantes no solo movilizaron a un sector del alumnado y profesorado de la facultad, sino que también tuvo mucha repercusión en los medios de comunicación.

Pese al apoyo del alumnado, el sacerdote encargado de la capilla de la facultad de historia y geografía hizo todo lo posible por ceder, cuanto más empeño ponía en dispersar la protesta juvenil, los estudiantes le desobedecían y ponían más empeño en defender la capilla; de hecho, hasta hicieron una acampada en la puerta de la facultad, y cuando se abrían las puertas del edificio, los estudiantes ocupaban el hall por el que se entraba a la capilla para impedir que esta fuera desarmada.

La Pastoral Universitaria no tenía ni la más mínima intención de conservar la capilla, y no lograba poner fin a la protesta estudiantil, así que fue necesaria la intervención del arzobispado para negociar la situación de la capilla. El representante del arzobispado, en un principio, logró frenar las intenciones del decano de cerrar la capilla, pero el director de la Pastoral Universitaria no le apoyó porque “no quería problemas”, así que, al final, se tomó un punto intermedio. Las negociaciones terminaron con el cierre de la capilla, a cambio de habilitar como capilla un aula tres veces más pequeña.

A día de hoy, tras muchos esfuerzos que los estudiantes pusieron para seguir teniendo un lugar en el que poder rezar, meditar su fe o hacer culto en él; la capilla de la facultad de historia de la UCM tiene muy poco uso, debido a que el sacerdote de la Pastoral Universitaria que se encarga de ella lo hace con bastante acedia. La actividad es casi nula en la actual capilla de la facultad de historia.

En 2016, la directiva de la UCM comenzó con las amenazas de querer iniciar el cierre de la capilla de la facultad de filología y filosofía, segundo edificio en el que los grupos de extrema izquierda tienen su presencia ahí. De momento la situación está estancada, la movilización estudiantil en la facultad de historia y geografía ha sentado un precedente tanto en la dirección de la UCM como en la Pastoral Universitaria. Mientras el decano no se atreve a dar el primer paso por miedo a las movilizaciones, la pastoral ya tiene un protocolo activado para obstaculizar cualquier movilización.

La trayectoria de la Pastoral Universitaria es siempre la de tratar de evitar el conflicto, ceder siempre a las presiones y ser tibia. Muchos verán en esto una actitud ejemplar y misericordiosa, cuando en realidad es una actitud cobarde que está muy alejada de lo que verdaderamente pone en la Biblia y del magisterio de la Iglesia Católica.

A día de hoy hay una tendencia muy difundida en la Iglesia de querer poner la otra mejilla ante las ofensas en materia de fe, pero esto se distancia mucho de lo que verdaderamente enseña la fe católica. Hay que poner la otra mejilla cuando la ofensa va dirigida hacia uno mismo, pero nunca hacia Dios; y esto último es lo que está fallando.

El magisterio de la Iglesia no enseña, en modo absoluto, que se ponga la otra mejilla de Dios. Evidentemente no hay que actuar con violencia como predican posturas radicales, a no ser que haya una situación de peligro que así lo requiera.

Temer que un rosario sea una provocación, cuando el rosario que los Alumnos Católicos querían hacer era en desagravio por el congreso satanista que se realizó cerca de una capilla, no es ni una muestra de amor al prójimo y, ni mucho menos, seguir las enseñanzas de la Iglesia Católica, sino una rendición ante el principal enemigo de la fe católica.

Habrá quien piense que la Pastoral Universitaria actuó según las enseñanzas de Cristo tratando de evitar cualquier enfrentamiento, poniendo de manifiesto que quien piense así no se ha leído los cuatro evangelios. Precisamente Cristo destacó por la polémica.

No hay misericordia si no hay actuación, y ni mucho menos se pone en práctica la fe católica si esta no se defiende. De nada sirve rezar rosarios, hacer vigías de contemplación, irse de retiros espirituales y aprenderse hasta la última coma de la “Suma Teológica” de Santo Tomás de Aquino; si no se pone en práctica ninguna de las enseñanzas de Cristo.

Es evidente que, después de que la propia Iglesia Católica ha dejado a un lado sus cimientos judíos, ahora está en la fase de crear un Jesucristo que nada tiene que ver con el que aparece en los evangelios. Parece ser que el Jesucristo que hacía exorcismos y que explicaba cual era Su fe, es un Jesucristo incompatible con la tolerancia de la Iglesia actual, que lo tolera todo excepto a sí misma.

A éste paso, con tanta cesión y sumisión, la Iglesia va camino de tachar de radical al arcángel San Miguel, quien venció a la rebelión de ángeles liderada por Satanás. El día en que eso suceda, será evidente que la Iglesia habrá apostatado de su fe al pretender contentar, justificarse o disculparse al demonio.

-9º Editorial-

30 de Diciembre de 2019, lunes.

Año I. Mes 10º. Día 313. Artículo 320.