CONOCIENDO HISTORIAS

Muchas veces los maestros reconocen la influencia de otros maestros, ya que les dejan marcas, huellas, modelos y contra modelos, de los que se intentará imitar, tratando de asemejarse  o diferenciarse de los que le marcaron una trayectoria negativa. La creación de un docente se produce a partir de ejemplos, peores o mejores, de tipos ya conocidos.

La trayectoria escolar representa un caudal de experiencias personales que son precisas considerar para entender y definir la formación profesional. Es la experiencia que forma parte de la trama de nuestras vidas y cobra significación. Respecto a la observación se debe tener en cuenta la trayectoria que tenía la autora y a su vez el ejemplo que es ella para sus alumnos y el público.

En este registro también podremos mencionar la politicidad, que es una toma de decisiones y elecciones dentro de nuestra educación, la cual se ve reflejada en la misma. En el aprender y enseñar se manifiesta un presente, un futuro y las nuevas generaciones, en hacer y el reflexionar sobre las prácticas educativas; hace referencia a una política partidaria, con una convicción de creer en lo que se hace. La educación no es central ni homogénea. Se refleja en la observación la toma de decisión que tiene la autora al recolectar información y a la vez la manera de transmitir dicha, que es a través de un libro.

En la acción educativa se introduce el transmitir y el enseñar, si el intento de la relación entre ambos tiene éxito la transmisión es lograda. Los agentes que se pueden encontrar son uno que enseña, uno que aprende y algo que se quiere enseñar.

Hay que enseñar para hacer durar, transcender, para lo que vive en mí no muera conmigo sino que debe enseñarlo; transmitir es dar al mundo y para darlo es necesario apropiárselo previamente. Pero muchas veces lo que uno enseña el otro no lo aprende, es decir, puede haber enseñanza sin producirse el aprendizaje. Esto se refleja ya que la autora conoció la cultura y situaciones que atraviesan los oriundos de Bolivia e intentó compartirlo con la sociedad, sin saber que esa enseñanza iba a ser interpretada por los otros o no. A su vez en situación planteada podemos encontrar un momento de enseñanza y aprendizaje donde la autora del libro recolecta datos e información de personas de origen boliviano, lo que nos hace referencia a la cuarta carta de Freire sobre las cualidades que un docente deber tener para un mejor desempeño; una de ellas es la humildad que exige escuchar con atención a quien nos busca, sin importar su nivel intelectual, es un deber humano y un gusto democrático. La humildad ayuda a no dejar encerrarse en el circuito de su verdad. La arrogancia del sabelotodo incontenido en el gusto de hacer conocido y reconocido su saber, no tiene nada que ver con la apatía del humilde. La postura del autoritario es intolerante. Otra es la amorosidad donde el enseñante actúa y se relaciona con los alumnos y con proceso de enseñar; es preciso que ese amor sea armado, luchador de quien se afirma en el derecho o en el deber de tener el derecho de luchar, de denunciar, de anunciar. Nos habla también de la valentía que es una virtud de la superación de nuestros miedos, este último no es una abstracción sino que es algo normal; sentir miedo es manifestación de que estamos vivos y no se puede permitir que ese miedo nos paralice. Si estoy seguro de mi sueño político, debo continuar mi lucha con tácticas que disminuyan el riesgo que corro. Educar mi miedo es el ejercicio donde se va construyendo mi valentía necesaria. Otra cualidad es la tolerancia es los que nos enseña a convivir con lo que es diferente, a aprender con lo diferente, a respetar lo diferente. El acto de tolerar implica el clima de establecer límites; no es simplemente una convivencia con lo tolerable sino que requiere respeto, disciplina y ética.

La capacidad de decisión de la educadora es necesaria en su trabajo formador. Es probando su habilitación para decidir cómo enseña la difícil virtud de la decisión, que ésta es una deficiencia de una educadora; la indecisión delata la falta de seguridad y dicha requiere competencia científica, claridad política e integridad ética.

La tarea del educador exige una forma crítica de disciplina con la que la educadora actúa desafiando a sus educandos. Forma disciplinada que tiene que ver con la competencia que la maestra va revelando a sus alumnos, discreta y humilde; y por otro, con el equilibrio con que ejerce su autoridad.

Se debe discutir sobre la alegría de vivir, que es darse por completo a la vida con libertad sin esconder la existencia de razones para la tristeza, lo que me prepara para estimular y luchar por la alegría en la escuela. La humildad, la amorosidad, la valentía, la tolerancia, la competencia, la capacidad de decidir, la ética, como contribuyo a crear la escuela alegre, que se ve como una aventura que no le tiene miedo al riesgo, es  la que le dice si a la vida.. Como nos dice Freire los docentes deben ayudar a los educandos a aprender a comprender y a comunicar esa comprensión a los otros. 

Es indispensable mencionar los elementos de la situación educativa, tiene que tener un educador quien enseña, un educando quien aprende, tiempo y espacio, contenidos que no son precisamente curriculares sino culturales. En la observación se manifiesta una situación educativa ya que la autora es quien se capacita para transmitir un conocimiento, quien aprende sería el público, el tiempo y espacio es en los lugares donde habitan las personas bolivianas y también el lugar donde se presentó el libro; y el contenido es la cultura de las personas de Bolivia.   

Por ultimo podríamos aludir a los conceptos de educatibidad que es creer que tenemos algo valioso para ofrecer y educabilidad es una convicción básica que consiste en creer que la escuela es para todos, que cualquier ser humano puede cambiar, aprender y estar en condiciones de aprovecharse de algo para mejorar su vida; aquí podemos relacionarlo ya que la autora se apropió de un conocimiento en el cual busco información directa de la vida real, y con ello intenta transmitir a través de un libro como es la vida de esas personas, buscando una estrategia para que la sociedad reflexione sobre estas personas.

La tarea del educador se funda en el amor político que es amor a la humanidad del otro, incluye amor a la dignidad del sujeto y al valor del mundo. Quien elige enseñar solo puede sostener su tarea si mantiene abierta la convicción de que vale la pena conocer el mundo, así como también si sostiene la idea de que el mundo puede ser mejor de lo que ha sido y esa transformación no está en sus manos, pero si esta dar herramientas para que otros construyan. Frente a esta herramienta que es un libro, deberíamos replantearnos como reaccionamos frente a estas personas y tomar conciencia que nuestras actitudes se reflejan a las nuevas generaciones, sería útil intentar respetarnos y aceptarnos ya que en la actualidad vivimos en una sociedad con gran diversidad cultural.