En el siguiente articulo, reflexionaremos sobre la importancia de las contribuciones del seminario “Problemáticas Socioantropológicas” para nuestras propias practicas educativas.
Principalmente comenzaremos por exponer el concepto de Antropología, según lo que nos informamos a través de la web, es una ciencia que se encarga de analizar al hombre en el contexto cultural y social del que forma parte. Así se analiza el origen del ser humano, su desarrollo como especie social y los cambios en sus conductas, según pase el tiempo. Este análisis se lleva a cabo a través del método de la etnografía, que implica la observación del antropólogo, durante un periodo de tiempo en el que se encuentra en contacto directo con el grupo a estudiar.
Esta materia fue de gran importancia para comprender algunas problemáticas socioantropológicas de las actuales prácticas educativas para así a la hora de ejercer las nuestras poder lograr tener estrategias de cómo ofrecer una educación para cualquiera.
Los principales aspectos a tener en cuenta son varios, uno de ellos es que el acto educativo esta compuesto por dos o mas personas, un sujeto influenciador, el cual debe poseer la voluntad de influir, intencionalidad, apetito de vínculo y promover la transformación del ser e intervenir, y por otro lado, un sujeto influenciable, que tiene la opción de aceptar o rechazar la oferta. El docente debe adecuar su estrategia a cada niño, ya que en casa sala encontraremos muchos de ellos, cada uno con su propia forma de ser y comportarse, las cuales son determinadas por distintos entornos y acciones, familiares sociales, culturales económicas, frente a esto el docente debe actuar como un agente igualador, cabe aclarar que igualar no es homogeneizar (como se hacía años atrás).
Una de las principales capacidades que el docente debe cultivar en su formación y prácticas educativas es alojar al otro como nuestra preocupación. Se debe producir un vínculo, que conlleve a una relación asimétrica, en la cual el cuidador tiene el poder de dar, donar, etc., y el que recibe tiene el poder de rechazar esa ayuda. La tarea más importante es ayudar al niño a encontrar un sentido de la vida, es decir dar significado y sentido a los acontecimientos que este vive, ya sean malos o buenos, ya que la palabra sirve para transmitir esos momentos de energía psíquica.
Cuidar al otro es darle la libertad de jugar y fantasear, para que con estas mismas el niño pueda elaborar sus propias preocupaciones, mantener creencias, emerjan dudas y sostener la ilusión.
Como ya sabemos, el niño se encuentra en la etapa de mayor plasticidad por lo que debemos regular nuestro comportamiento para no generar malas influencias, como por ejemplo en la forma de aportarles adjetivos, ya que el niño lo tomara como propio.
En nuestra práctica educativa debemos proponer una ética de oportunidad, esto quiere decir que debemos aprovechar los momentos justos, ese tiempo del ya, ahora o nunca, que es conocido como Kairos, es el momento justo y lleva a la acción. También distinto de la oportunidad, tenemos la ocasión que es considerada como una causa secundaria, es lo posible, algo por venir, algo indeterminado. Cuando hablemos del campo educativo, tenemos que tener en cuenta que habilitar la oportunidad, es desarrollar el sentido de la ocasión.