Palm Springs (USA)

Foto del Miramonte Resort Hotel de Palm Springs.


      En mitad del desierto californiano, en el valle de Coachella y protegida por las montañas de San Jacinto (oeste), San Bernardino (norte) y Santa Rosa (sur); se encuentra la maravillosa ciudad de Palm Springs.

      Nos tenemos que remontar a principios del Siglo XX para entender un poco qué era esta ciudad, en qué se ha convertido y qué guarda de sus viejas esencias.

      Corría la década de los veinte, cuando estrellas de Hollywood, cantantes y artistas varios, cansados de la sobrepoblada Los Ángeles y de ser acosados constantemente por sus fans, buscaban desesperadamente un lugar tranquilo, lejos del mundanal ruido y donde pudieran descansar sin que nadie les molestase. Lo encontraron en mitad del desierto de california, a relativamente pocos kilómetros de la frontera del soleado Méjico. Al igual que este, y que la práctica totalidad del estado de California, gozaba de un clima privilegiado, con 360 días de sol y una temperatura media anual de 27 grados centígrados. Con inviernos muy suaves y quizá veranos demasiado calurosos, creyeron haber descubierto un oasis de paz. Y eso fue precisamente lo que era.

      Artistas como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Elvis y (mi favorito) el gran Frank Sinatra eligieron esta bonita ciudad para descansar, especialmente en periodos invernales, donde podían disfrutar de días soleados, e interminables jornadas de piscina, golf y tenis. Una ciudad dedicada exclusivamente al entretenimiento y el descanso.

      La asombrosa cantidad de palmeras, en jardines, calles, parques y campos de golf evocan lo que la mayoría de nosotros consideraría el paraíso. Y en cierto modo podíamos estar hablando de un paraíso en la tierra. Parece increíble que en mitad del desierto pueda erguirse semejante oasis.

      En el centro de la ciudad se sitúan las exclusivas tiendas de lujo, hoteles, restaurantes y clubs de la vieja escuela, donde uno puede tomarse una copa mientras disfruta de un buen concierto de jazz en directo.

      Rodeando el centro aparecen los distintos barrios, todos ellos con villas con magníficos jardines. Estos exclusivos barrios están separados entre ellos por majestuosos club de golf. Las mejores Villas se suelen situar junto a estos clubs o bien en la ladera de las montañas y en ambos casos por sus impresionantes vistas.

      No es de extrañar por lo tanto que desde octubre a abril, esta agradable ciudad se llene de turistas sedientos del placer de jugar al golf en pleno invierno en manga corta o familias con niños pequeños que pasan sus vacaciones de Navidad chapoteando en una piscina.

      Pero no todo dura eternamente. Aquella jet set de los cincuenta ya no existe. Frank Sinatra ya no descansa en su villa “Twin Palms” ni recorre los garitos de moda con su impecable smoking; ni Elvis y Priscila viven su idílico amor en su mansión. Los tiempos cambian y con ellos esta ciudad, que sin embargo luchó década tras década por no perder la esencia de lo que fue. Efectivamente, esta ciudad fue olvidada por la mayoría durante décadas. Tan solo Frank Sinatra en el final de sus días, preguntaba una y otra vez que cuando volvería a casa, que no era otra que su añorada Palm Springs.

      Afortunadamente para esta ciudad, durante los últimos años está viviendo una segunda juventud. El turismo se ha multiplicado, así como las viviendas y nuevas estrellas como Leonardo Di Caprio vuelven a buscar refugio en sus mansiones, lejos de los paparazzi y del agobio de la ciudad del cine.

      Si tienen oportunidad de visitarla, no lo duden, no les decepcionará y volverán del viaje con una sonrisa pero con pena de haber abandonado aquel oasis en el desierto.

17 de Febrero de 2019.

Año I. Día 4. Artículo 19.