Durante su gira al estado de Durango en el mes de febrero, Claudia Sheinbaum declaró que quiere que un indígena llegue a la suprema Corte de Justicia de la nación, más aún, declaró que, “queremos muchos Benito Juárez”.
Este tipo de declaraciones hacen gala del tono populista que ha caracterizado al régimen de la cuarta transformación, que trata de ganarse el favor de la gente que solamente observa la superficie de los acontecimientos, y que consideran que, en una especie de contribución por lo mal que lo han pasado, los grupos minoritarios merecen ocupar las posiciones destacadas de la administración pública.
Por supuesto que en México los indígenas pueden llegar a la suprema corte, al congreso. a la presidencia de la república y a cualquier otra posición pública, lo mismo que cualquier ciudadano que cumpla con ciertos requisitos, pero eso no significa que deban tener preferencia.
Cuando se empieza a hablar de que una persona ocupe un cargo por su origen étnico y no por su capacidad, eso es racismo. Se está discriminando a todo aquel que no pertenezca a dicho grupo, y también se es condescendiente con quien sí pertenece.
Como si eso fuera poco, la señora Sheinbaum habla de querer muchos “Benito Juárez”. Los méritos de Benito Juárez en su tiempo fueron muchos, y, como es natural en cualquier ser humano, sus errores también lo fueron, pero como sea, se trató de un individuo único e irrepetible, del cual no sería posible, ni deseable, tener “muchos”, especialmente si se considera que vivió en el siglo XIX.
Además, en la cortedad de miras de la presidenta de México, tal pareciera que lo único a lo que habría que atribuir los logros de Benito Juárez, es al hecho de que fuera de origen indígena. No a su esfuerzo de estudiar leyes y participar en política, ni al apoyo de aquellos que estuvieron con él. Su único mérito sería al parecer, su origen étnico, nada más.
Esta forma pobre y simplista de querer equiparar la capacidad a atributos físicos de una persona no es algo nuevo en el llamado gobierno de la 4T. No puede olvidarse que el lema de la presidenta con A durante su campaña fue que “es tiempo de que una mujer sea presidenta”, no tiempo de que alguien con capacidad sea presidente, sino una mujer.
Queda muy claro que, para la representante del actual gobierno mexicano, el sexo de una persona y su origen étnico son más importantes que la preparación y la capacidad en el desempeño de la función pública. Ante este panorama, no es nada raro que la administración pública haga alarde de ineficiencia en prácticamente todas las áreas de gestión.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.