La separación entre corrientes políticas de izquierda y de derecha son comunes en todo el mundo, sin embargo, estas divisiones no suelen ser tan extremas. En México, por otra parte, las diferencias entre dos corrientes políticas claramente identificables se han exacerbado en los últimos años.
La desigualdad económica no es algo nuevo en el país, y junto con ella, las diferencias educativas, culturales y políticas se han enraizado en los diferentes grupos de población, propiciando enfrentamientos que nublan la objetividad al momento de decidir y ejercer la democracia.
En especial, Andrés Manuel López Obrador desde su presidencia y sus conferencias diarias, se ha encargado de acusar a todos aquellos que no concuerden con sus políticas de ser conservadores, derechistas y estar en contra del pueblo y de los pobres.
De estas acusaciones no se han librado periodistas, médicos, Universidades, organizaciones de la sociedad civil, las clases medias y el poder judicial, entre otras. Cuando en las elecciones intermedias la población de la Ciudad de México se inclinó por las alternativas de oposición, el presidente acusó a la población de la capital del país de estarse derechizando.
De una forma absolutamente directa, López Obrador ha reconocido que su base electoral está en la gente pobre e ignorante, y no ha dudado en utilizarlos para sus fines, profundizando el rencor acumulado en contra de aquellos que tienen mayores privilegios.
Por supuesto, quienes siempre pertenecieron a las clases sociales privilegiadas no se preocuparon por disminuir la desigualdad y mejorar las condiciones de vida de loa más desprotegidos, y muchos de ellos, lo único que han hecho es ponerse a la defensiva y atacar indiscriminadamente a los que ahora se identifican con el presidente y su grupo, sin tomar en cuenta que los pobres siempre los superarán en número.
La polarización no ha hecho mas que crecer, con cada grupo atrincherándose en su esquina sin reconocer que todos aportan algo a la vida social y económica del país y donde las voces racionales y equilibradas cada vez son menos y son ignoradas.
Por desgracia esta situación no parece estar cerca de terminar, con el grupo del partido Morena acaparando el poder y haciendo oídos sordos a cualquier opinión que no coincida con la suya en cualquier tema, y gente que, lejos de buscar obtener beneficios para su vida, está solamente satisfecha de que otros los pierdan.
Para que México se encauce al camino del desarrollo, es necesario que los grupos antagónicos se centren en el objetivo del bienestar común, de lograr un equilibrio en que todos salgan ganando en lugar de alegrarse por perjudicar a los contrarios. Para ello, tendría que valorarse más el buen trabajo que la afinidad política y el culto a la personalidad de ciertos líderes, y eso es algo que se vislumbra muy lejos en el horizonte.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.